Todo lugar donde se llevan a cabo competiciones deportivas tiene regulaciones específicas. Ocurre con los campos de fútbol o baloncesto, las pistas de carreras y hasta los escenarios naturales, como los ríos donde se practican disciplinas acuáticas. Por supuesto, lo mismo ocurre con las piscinas de natación.
La Federación Internacional de Natación (FINA), como ente que regula este deporte a nivel mundial, es la responsable de legislar acerca de las normas que se han de cumplir para la aprobación de una piscina para fines competitivos.
Desde luego, esta organización también se ocupa de controlar su cumplimiento y de la organización de competiciones en los lugares autorizados. A continuación, profundizaremos acerca de estos requisitos.
Reglamento para las piscinas de natación
¿Qué aspectos están incluidos en estas reglas que tanto clubes como instituciones deportivas públicas y privadas deben cumplir? En las siguientes líneas, enumeraremos las cuestiones principales incluidas en el reglamento oficial de la Real Federación Española de Natación, el cual sigue también las pautas de la FINA:Medidas
En cuanto a la longitud, las piscinas pueden ser de 25 metros –denominadas 'piscinas cortas'– o de 50 metros. Esta última es la medida que se utiliza para los Juegos Olímpicos y para las principales competencias internacionales. La tolerancia en ambos casos va de 0 a 0,03 metros.
Por otro lado, en lo que respecta al ancho, para las pruebas oficiales se utiliza un ancho de 25 metros. Puede haber piscinas más pequeñas, que se utilizan para categorías menores o juveniles.
Con respecto a la profundidad, el mínimo es de 1,80 metros, en tanto que las calles deben tener un ancho mínimo de dos metros cada una, con un máximo de 2,50 metros. Las líneas flotantes que las dividen deben tener entre 0,25 y 0,30 metros de ancho y 21 o 46 metros de largo, según la longitud de la piscina.
Seguridad
Lo principal en cuanto a las medidas de seguridad de las piscinas de natación tiene que ver con las paredes antideslizantes. Claramente, esto también abarca a las plataformas de salida en las que los competidores se paran al iniciar una carrera.Asimismo, se debe contar con los equipos apropiados para el tratamiento del agua, que según la normativa deben garantizar su salubridad. La temperatura del agua debe estar entre los 25 y 28 °C y el uso de agua salada no está permitido.
También se regula el ambiente del recinto en el cual se encuentra la piscina de natación. En este sentido, la temperatura ambiente debe ser de uno o dos grados mayor a la temperatura del agua, sin superar nunca los 28 °C. La humedad ha de estar entre el 55 % y el 65 %.
Otras cuestiones sobre las piscinas de natación
Más allá de las nociones y reglas básicas descritas con anterioridad, también hay otros elementos complementarios que incluidos en el acondicionamiento de una piscina de natación.
Uno de ellos, por ejemplo, es la iluminación, que ha de ser uniforme, artificial y en línea con la norma UNE-EN 12193. En tanto, para las competiciones internacionales hacen falta instalaciones más modernas, las cuales varían principalmente en cuestiones técnicas específicas.
Asimismo, tenemos también la utilización de elementos tecnológicos como los paneles de toque, que permiten llevar un control automático de los tiempos registrados por los deportistas. Estos poseen medidas que deben cumplir, ya que podrían afectar la longitud de los vasos de la piscina.
Consideraciones finales
Antes de finalizar, es necesario aclarar que este reglamento también abarca a otras disciplinas, como el waterpolo. Para este deporte, la piscina debe tener una medida de 25 o 30 metros de distancia entre porterías –para mujeres y hombres, respectivamente–, siempre con un ancho de 20 metros. La profundidad se mantiene igual que la de natación.
Algo similar ocurre con las piscinas de natación para saltos de competición. En este caso, entran en juego variables como las medidas de trampolines y plataformas y su distancia con relación al agua. Todos estos detalles se pueden consultar en el documento citado previamente.
Por último, el nado sincronizado demanda también de medidas particulares. No obstante, en la mayoría de los casos las piscinas cortas cumplen con esta norma, por lo que las medidas mínimas no son un problema a la hora de establecer el escenario de disputa de esta modalidad de la natación.